Wednesday, May 6, 2009

De vuelta!

Hola amigos!

Decidí crear un blog para mis amigos chilensis, para mantener el contacto, practicar mi castellano (o chileno mejor dicho) y mostrarles fotos y contar de mi vida acá. Espero que lo disfruten y que mis faltas gramaticales no hagan insoportable la lectura.

La dirección, ensaladaalachilena, empezó como una talla con unos amigos (pucha, cómo echo de menos la ensalada a la chilena, la cagó!) pero me pareció buen nombre para este blog, para la gente que conocí en Chile, una verdadera ensalada de gente, y me siento orgullosa de ahora formar parte de esta ensalada (la cebollita po jaja). Mis experiencias en Chile también eran variadas, una buena mezcla que me permitió conocer mucho sobre este país encantador.

Me han preguntado cómo estuvo el viaje. Más que nada puedo decir que fue largo, y cansador. La noche antes no había dormido más que una hora y en la madrugada fui al aeropuerto con Bryan y Paolo. Todavía no me puedo creer que se hayan levantado a las 4 para ir a dejarme, me parece demasiado maravilloso. Gracias.


Me tocó pagar por el sobrepeso... era más o menos lo que había temido, 100 dólares para los dos primeros vuelos :( Tenía 38 kilos en una maleta y 20 en la otra, más como 15 kilos de equipaje de mano... Cuando hice el check in para el último vuelo, hacia Islandia, me tocó pagar de nuevo (72 dólares), pero no hasta que la maleta grande pesara 32 kilos, no aceptan maletas tan pesadas como la que tenía yo... así que me tenía que poner allá en el pasillo, abrir las maletas y reorganizar todo, moviendo las cosas más pesadas de la maleta grande a los otros bolsos... al final me llevé el mismo peso, solo distribuido entre más bolsos... en fin, 172 dólares, pero al menos no se perdió ninguna maleta.

El primer avión estaba casi vacío, pero por supuesto me tocó la suerte de tener detrás mío dos suecos musculosos, pelados y con tatuajes, que me dieron miedo, gritaban y peleaban y golpeaban mi asiento hasta que la aeromoza tuvo que pararlos. Entonces por fin nos pudimos dormir solos, cada uno en su pasillo. Dormí, leí el libro que me habían regalado mis amigos del grupo Ars Excelsa, lloré, y 6 horas después estaba en Bogotá, Colombia.

En el aeropuerto hubo mucha gente con mascarillas, y para no ser diferente, y porque me la habían regalado, me puse una también... pero puta que es incómodo! Y en Nueva York nadie las usaba!

Cuando al final me dejaron salir del aeropuerto, después de revisar mis cosas 3 veces (las flautas eran sospechosas), me fui al centro de Bogotá. Allá almorcé, fui a la plaza Bolivar, el museo de Fernando Botero (el que pinta todo gordo), la biblioteca, tomé un café (los que me conocen saben que no me gusta el café, pero cuando uno está en Colombia no hay excusa) y me compré un libro (El amor en los tiempos del cólera).

Me habían contado que la gente de Colombia era muy amable y lo puedo confirmar... todos se pusieron a conversar, y eran conversaciones naturales, no forzadas, y la gente no quería nada a cambio, sólo hablar y conocer, todo buena onda, hasta los guardias en el aeropuerto. Estuvo muy agradable e hizo que no me sintiera tan sola. Estoy segura de que algún día voy a visitar el país de nuevo, y por más de un día!

Revisaron mi equipaje de mano como 5 veces más, y sacaron una de mis maletas, la abrieron y le revisaron todo... digo todo, porque me abieron los libros, los dvds, miraron las partituras, abrieron hasta las bolsas con los calzones sucios. Por suerte no encontraron los 6 kilos de cocaína que me pasaron para llevar a Estados Unidos, y me dejaron ir. El segundo vuelo estuvo sin novedades, salvo que era un Airbus, de estos aviones gigantes con harto espacio, pantalla individual y control para ver peliculas, escuchar música o jugar videojuegos, nunca había estado en uno así antes. Lo malo era que alguien se cagó a cada rato y dejó mi parte del avión hediondo... mi suerte.

Llegué a Nueva York a las 5.30 en la manana el martes. En inmigración me retaron por acercarme aunque me lo habían indicado antes y me hicieron preguntas sobre "mi estadía en Colombia", si me había juntado con alguien, y yo puse mi mejor cara de inocente y le dije que había visitado un museo nada más. Lo cual era cierto.


Dejé las maletas en un guardaequipaje y me fui para Manhattan para conocer. Estaba nublado y lloviendo un poco (tal como en Bogotá el día anterior) y aunque tenía ganas de conocer esta famosa ciudad estaba tan cansada que aguanté sólo hasta mediodía, di unas vueltas, vi el Empire State Building (hasta que desapareción entre las nubes), Broadway (uff las luces!) y no mucho más, y regresé al aeropuerto. Cuando fui a buscar mis maletas escuché un acento conocido en inglés: era un islandés. Un senor preguntó al tipo del equipaje en inglés si hacía frío fuera y éste contestó que depende, y preguntó de dónde era. Yo dije: "Iceland" y el pobre me miró con una cara de sorprendido... resultó que el conoce Santiago, una coincidencia... antes no había conocido a casi ningún islandés que había visitado Chile.

Como saben, en Islandia no sobra la gente... como ejemplo, en el avión para Islandia saludé a dos personas que reconocí, y vi dos o tres caras más que me eran conocidas. Aquí nada de andar escondido por las calles (jaja aunque yo igual no paso muy piola en Santiago tampoco).

Toqué tierra islandesa a las 6 en la manana el miércoles, muerta de sueno, con ojeras más grandes que platos de sopa y el pelo algo menos brillante. Me fueron a buscar mis padres con mi hermana, y fue muy rico verlos todos, especialmente mi hermana, que no había visto desde febrero el ano pasado. Ella tiene ahora 17 y estuvo este mismo ano viviendo en Japón, así que tenemos mucho que hablar, muchas anécdotas y muchas experiencias que contar. En la vuelta a casa paramos también para saludar a mi hermano, que vive en otra ciudad. El tiene 23 y es cartero.

No he hecho mucho estos dos días, dormido más que nada y hablado con mis padres y mi hermana. Anoche fui al jacuzzi, a las 23 en la tarde y todavía había bastante luz (ahora la noche dura como 5 horas, en junio menos). Se siente increíble banandose en agua termal de nuevo, poder tomar duchas infinitas y agua glaciar pura de la llave. Hace frío, como 5 grados durante el día y bajo cero en la noche, y se me olvida abrigarme bien cuando salgo. Voy a tener que buscar mi ropa de invierno aunque es mayo, cuando se supone que llega la primavera... El silencio también es raro, después de tanto flaite borracho pasando por bustamante toda la noche, los autos, las ambulancias, las sirenas, los perros y el hombre superocho. Aquí se escucha el viento, nada más.

Con el viento les mando mis saludos por los mares, dejen sus comentarios y vuelvan, porque voy a seguir escribiendo. Les mando un abrazo fuerte a cada uno,
Svanhvít Lilja (ahora tengo que volver a ser Svanhvít!)


2 comments:

Luis Apiolaza said...

Mi amiguita del alma!!, islandesa con corazón de marraqueta con chancho! jeje! (por decirlo de alguna forma, un corazon rico y mas chileno que la chu...), me alegro que esten bien, en tu pedacito de hielo viviente y habitado, te mando caleta de besitos y sigue posteando por que voy a seguir leyendo ok??

mas besos

TQMMMMM y una cacha mas un montón mas!!!!

Unknown said...

Jajaja!!!
No sabía como dejar un mensaje!!
Hace tiempo que no escribes... muy ocupada???
Saludos y un gran abrazo :-)

Patty Muñoz

 
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